El ser humano no es capaz de realizar acción alguna que favorezca
o beneficie a cualquiera distinto de sí mismo. Esto es una verdad
irrefutable, sin embargo, para darse completamente cuenta de ello
se debe escudriñar en lo más profundo de las motivaciones
humanas, las verdaderas primitivas razones que mueven la
voluntad de todo individuo.
Una persona no deja de hacer lo que más placer inmediato le
provoca bajo ninguna circunstancia de su existencia, no le es
posible, en conclusión: El ser humano solo vive para complacerse a
sí mismo.
No existen los sacrificios vistos desde el punto de vista del alma
humana, toda aquella persona que haya en vida realizado alguno
de estos, lo único que buscaba era satisfacer otra necesidad más
importante para su espíritu, para mantener su estabilidad interior.
Aún la abnegación más horrible solo es la parte de la balanza más
liviana en grado de importancia para la persona que la ejecuta.
Ejemplo: El sacrificio de la muerte.
Sea cual se la razón que concluya en esta acción, en primera
instancia parece una pérdida completa de todo, se entrega todo y
no se obtiene nada a cambio, ¿Pues cómo podría obtenerse algo si
se pierde la vida?
Esta respuesta solo la puede dar el propio ser que da su vida por
iniciativa propia, solo esta persona sabe que es lo que obtiene al
dar su vida. Si yo entrego mi vida a cambio de la de otro, estoy
ganando yo, pues me es mas importante salvar a esa persona que
continuar yo con vida, es decir escogí la opción que mas me
favorece, me es imposible ir en contra de mis deseos, de mi
tranquilidad, me es imposible dejar de pensar en mí mismo, hasta el
momento de la muerte tengo que escoger la mejor opción para mí.
Ha la vista de todos, un mártir es una persona que ha dado su vida
por una creencia o motivo semejante. Yo digo que un mártir es solo
una persona cuyas verdaderas motivaciones entraron en conflicto
con su existencia. Pero al final estas personas siempre escogen sus
acciones pensando en ellas y nada más que en ellas.
El amor es solo una necesidad
¡Ah! El amor, tanto se habla de esto, todo el mundo dice girar
alrededor de esta idea, no obstante, tomando en cuenta la
naturaleza egoísta del ser humano, se debería decir simplemente
que el sentimiento de amor es tan solo una necesidad de afecto, es
utilizar a otra persona para gratificarme yo mismo. Hay armonía se
supone, cuando el amor es correspondido, porque así cada polo
utiliza a su opuesto, en una mutua comunión, la persona que quiero
en realidad no puede darme nada a mí, yo tomo todo de ella. Si
bien no se pide nada a la persona que es amada, esto es solo en
apariencia, porque en conformidad, lo que se hace es utilizar a esa
persona, entonces puede decirse que una relación de pareja es una
relación de mutua utilización contraria.
Lo único que le importa a una madre es que su hijo sea feliz, hace
todo lo humanamente posible por darle lo que necesita, y sin
esperar nada a cambio (en teoría) pero ¡Sí que obtiene algo a
cambio! el simple hecho de que ese hijo exista es el verdadero
centro de acción de la madre, esta utiliza la existencia de su querido
hijo para darse placer ella misma, desde lo más profundo de su
corazón no le está dando nada a su pequeño, se está regalando
todo ella misma, porque en lo que verdaderamente piensa es en su
felicidad interna, esa felicidad de ver feliz a su retoño.
Tranquilidad interior
Al final puede decirse que lo más importante para una persona es
mantener sana su alma, y esto, como se dijo con anterioridad, solo
cada uno en su interior sabe como lograrlo. Por eso puede
explicarse la única acción que en forma aparente escapa a la
naturaleza autocomplaciente del ser humano, la cual es: la acción
llevada a cabo por miedo.
No voy a obtener nada de mí propiamente o de otra persona, lo
hago simplemente porque tengo miedo de negarme a hacerlo. Esto
parece ser definitivo
Ejemplo:
Doy mi vida para salvar a la persona que más odio, y la cual
quisiera que no existiera, pero tengo temor de Dios y no puedo
negarme a hacerlo, no soy tan valiente.
¿Qué se obtiene? Respuesta: tranquilidad interior. Se da todo a
cambio de no sufrir el enfrentamiento con el miedo, esto es algo
irracional, pero los seres humanos no somos racionales, un breve
momento de cobarde tranquilidad por no enfrentarme a mi miedo y
luego se pierde todo. Pero esa era la motivación mas importante
para la persona, era lo que más le favorecía, escogió el mejor
camino en ese momento aunque luego se arrepienta de la decisión.
Por eso la máxima: “El ser humano no deja de hacer lo que mas
placer inmediato le provoque” Aquí no importa tomar en cuenta que
las personas se equivocan por no ser racionales, la persona
siempre realiza la acción que más le tranquiliza, sea esta una
tranquilidad estúpida o no.
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